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ARTÍCULO DE LA SECCIÓN DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL KKE

El impacto de “AUKUS” en los desarrollos internacionales y la postura de los comunistas

La alianza de “seguridad” trilateral entre EE.UU, Australia y el Reino Unido bajo las siglas “AUKUS” que fue anunciada el 15 de septiembre de 2021 fue un nuevo desarrollo significativo en la estructura de las alianzas imperialistas.

Pero ¿qué significa este desarrollo y qué tareas adicionales surgen para el movimiento comunista?

 

La importancia de la región del Indopacífico

 

Aunque este nuevo acuerdo se concluyó entre tres potencias que no son asiáticas, al mismo tiempo es obvio que enfoca en la acción de estas potencias en Asia y más ampliamente en la región del Indo-pacífico, en que se produce el 60% del PIB mundial y se estima que en los próximos años absorberá el 70% de la demanda energética. Es una región que ya constituye un “canal” importante de la navegación comercial mundial y cabe señalar que en base a datos de 2017 el 40% del comercio mundial del gas natural licuado (GNL) se realizó a través de esta región.

Ya, una gran parte de las fuerzas de la Marina y la Fuerza Aérea de EE.UU se ha trasladado al Pacífico. Allí se construyen nuevas bases militares estadounidenses y se llevan a cabo ejercicios militares a gran escala.

En la misma región hay disputas en curso sobre las fronteras marítimas y terrestres, donde está claro que China busca cuestionar el Derecho Internacional del Mar y los derechos soberanos de la región, como por ejemplo de Vietnam. Hablando este año en la 76a sesión de la Cumbre de la Asamblea General de la ONU, el Presidente de Vietnam Nguyen Xuan Phuc pidió a los países de la región que eviten acciones unilaterales en el mar del Este (o mar de China Meridional), señalando el Derecho del Mar[1]. Unos días antes, la portavoz de la  Cancillería de Vietnam, Le Thi Thu Hang, había subrayado que Vietnam protegerá las islas en los archipiélagos de Hoang Sa y Truong Sa cuya soberanía es disputada por China[2].

No ha sido por casualidad, pues, la visita de la vicepresidentα de EE.UU, Kamala Harris, a Vietnam y otros países de dicha región. Cabe recordar que a partir de 2016, tras un recurso unilateral de Filipinas, existe una resolución de la Corte de la Haya que rechaza los reclamos chinos, que, sin embargo no se reconoce por China bajo el pretexto de que se trata de una cuestión de soberanía nacional en que dicha corte no tiene jurisdicción.

EE.UU buscan de nuevo registrarse como el “protector autoproclamado” de los pueblos, esta vez de esta región concreta, frente a los planes de expansión de los monopolios chinos y las aspiraciones de China en el sudeste de Asia. Se está volviendo claro que el conflicto no dejará “fuera del cuadro” los medios de guerra. De todos modos, EE.UU es actualmente la fuerza militar más poderosa mientras que China con su alto ritmo en gastos militares busca cerrar la brecha. La retirada reciente de EE.UU de Afganistán y de los sistemas “Patriot”de Arabia Saudita tiene como objetivo, entre otras cosas, redistribuir a las fuerzas militares de EE.UU en la dirección de fortalecer la presencia de EE.UU en el Indopacífico.

Además, en los últimos años se ha reforzado la cooperación entre EE.UU, India, Japón y Australia en la forma del “Diálogo de Seguridad Cuadrilateral” (QUAD), que apunta claramente contra China, algo que se vio en los ejercicios militares de estos países bajo el nombre Malabar en los últimos dos años. Estos ejercicios se promocionaron como el pilar de la llamada “versión asiática de la OTAN” y se planteó claramente el objetivo de la confrontación de la influencia militar y política de China en la región.

La atención se centra en el estrecho de Taiwán, se busca ampliar las alianzas de ambos lados, mientras que se utilizan las construcciones ideológicas de la “democracia”, de la “autodeterminación” y de la integridad territorial. La estrategia de la OTAN 2030 refuerza la orientación contra China.

En este contexto se formó el acuerdo “AUKUS”.

 

El enfrentamiento por la supremacía en el sistema imperialista 

 

La nueva alianza construida por EE.UU apunta claramente contra China que objetivamente está creando las condiciones previas para amenazar la primacía de EE.UU en el sistema imperialista mundial en los próximos años.

No es casualidad que CIA creó un centro de vigilancia especial de China. Su dinámica se refleja en el aumento significativo de la participación de China en el Producto Mundial en el período 2000-2020, así como en el aumento espectacular del déficit comercial de EE.UU en el comercio bilateral con China (durante el período 1985-2019). En esta base, durante este período ha habido una serie de “guerras” comerciales con EE.UU dando peso especial a mantener su supremacía en el nivel de las nuevas tecnologías y al mismo tiempo  limitar la expansión de China en todo el sector, que al mismo tiempo significaría expansión de su influencia política (por ejemplo el esfuerzo intensificado para excluir a China de las redes 5G en Europa). Además, el gobierno de EE.UU aprovechando la enorme reducción de impuestos sobre el capital, llamó a los monopolios estadounidenses  de nuevas tecnologías que operan en China que la abandonen o que se repatrien a EE.UU. Está promoviendo sus propios intereses y hace esfuerzos para impedir la expansión de China que  implementa el proyecto de la “Ruta de la Seda”, exporta enormes capitales y realiza grandes inversiones en otros Estados, en Asia, en África y otras regiones.

El hecho del conflicto entre EE.UU y China sobre la supremacía mundial ya no es algo cuestionable. La atención se centra en sí está en desarrollo una nueva “guerra fría”, una confrontación entre una superpotencia capitalista y una socialista, ya sea con “características chinas”. Sin embargo, la realidad es que hablamos de EE.UU y China, es decir dos potencias del mundo capitalista actual. China es actualmente una base fuerte de grupos monopolistas, un miembro activo de las uniones capitalistas internacionales, como por ejemplo la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial. Además,  está estrechamente vinculada con la economía capitalista mundial. Las multinacionales son una fuerza motriz vital para la circulación nacional de China”[3].

El hecho de que en China gobierne un partido que lleva el título “comunista” no anula que en esta predominan las relaciones de producción capitalistas. Desde 2012 hasta la fecha, constantemente más del 60% del PIB de China se genera por el sector privado[4]. Además, se ha desarrollado un marco legal correspondiente a favor de los capitalistas en China que les permite explotar cruelmente a cientos de millones de trabajadores para acumular su riqueza. China “compite” con EE.UU también en lo que respecta el número de multimillonarios. Según informa el instituto de investigaciones Hurun de Shangai, en principios de 2021 China fue el primer país en el mundo donde el número de multimillonarios superó los 1.000, llegando a los 1.058.[5] Los multimillonarios en China controlan grupos colosales de comercio electrónico, fábricas, hospitales, centros comerciales, cines, redes sociales, empresas de telefonía móvil, etc. El multimillonario más rico de país, Jun Sansan que se enriqueció mediante la industria de agua embotellada, con una fortuna personal de 67,3 mil millones de dólares, mientras que la fortuna del número dos en la misma lista, Ma Huateng, que se ocupa de nuevas tecnologías y fue elegido miembro del parlamento, de la Asamblea Popular Nacional, asciende a los 46 mil millones de dólares[6]. Mientras tanto, decenas de millones de personas están excluidas de servicios sociales contemporáneos, el lujo de estos millonarios y multimillonarios muestra claramente la enorme injusticia y explotación social que caracteriza el modo de producción capitalista en China. Al mismo tiempo, los monopolios chinos, al igual que todos los monopolios de cualquier procedencia, explotan a la clase obrera en sus empresas en el extranjero, como lo hace el gigante naviero de Cosco en Grecia, en el puerto del Pireo, donde los trabajadores hace unos días organizaron una huelga de siete días, rindiendo honor a su colega que recientemente acabó muerto en el centro de trabajo, exigiendo medidas para la protección de la salud y  seguridad a las que la patronal respondió con chantajes y acudiendo a los tribunales burgueses para declarar la huelga ilegal.

Así pues no tienen ninguna verdadera base y son engañosas las acusaciones de que China, como había hecho la Rusia Soviética, está implementando un tipo de NEP (Nueva Política Económica), en colaboración con el capital privado, para desarrollar sus propias fuerzas productivas. Los datos anteriores corroboran que, objetivamente, no hay base para comparar la NEP con la situación actual en China. Además, la duración de la NEP fue limitada y fue caracterizada como un “repliegue”, como había destacado Lenin[7] en varias ocasiones y no fue ideologizada como elemento de la construcción socialista, como es el caso del predominio de las relaciones capitalistas en China, utilizando la construcción ideológica del “socialismo con características chinas”. Además, en el período de la NEP no se permitía a los empresarios ser miembros del Partido de los Bolcheviques, y, en base a las dos Constituciones Soviéticas (de 1918 y 1925) aprobadas en aquel período, fueron privados de sus derechos políticos, en contraste con la China actual, donde decenas de empresarios ocupan posiciones en el parlamento y en el Partido Comunista.

Es por eso que la nueva “bipolaridad” no tiene nada que ver con el enfrentamiento entre EE.UU y la URSS. Hoy día, EE.UU y China se enfrentan sobre la base de dominio de las relaciones capitalistas de producción prevalecientes y conducen a la competencia por materias primas, las rutas de transporte de mercancías, las cuotas de  mercado, la influencia geopolítica, que no pueden ocultar la competencia interimperialista por la supremacía en el sistema imperialista.

 

“AUKUS” - otra palanca de la guerra imperialista

 

El AUKUS prevé una gama ampliada de cooperación desde la diplomacia y la defensa, hasta las cadenas delogística y la inteligencia artificial. Sin embargo, el peso de la atención en este acuerdo se dio al hecho de que EE.UU y Gran Bretaña proveerán a Australia con las “llaves” de la tecnología nuclear, violando los acuerdos respectivos de no proliferación de la tecnología nuclear con fines militares y vendiendo a esta 8 submarinos de propulsión nuclear, convirtiéndola en el 7o país en el mundo que dispondrá de tales submarinos, después de EE.UU (71), Rusia (33), China (14), Gran Bretaña (11), Francia (10) y la India (2).

La adquisición de tales submarinos por parte de Australia le hará capaz de participar en operaciones navales militares muy lejos de su territorio, es decir en la región del Indopacífico, donde se centra la atención de EE.UU y de la OTAN, dado que estos submarinos son casi silenciosos y pueden atravesar grandes distancias sin tener que repostar.

Además, EE.UU adquieren la capacidad de ampliar sus bases militares aeronáuticas en Australia. Ya están allí unos miles de soldados estadounidenses. La infraestructura que se prepara tiene que ver con la posibilidad de amarrar portaaviones, submarinos nucleares y bombarderos estratégicos.

 

Las perturbaciones en la OTAN y la UE y la “autonomía estratégica”

de la UE y de otras grandes potencias

El acuerdo AUKUS ha logrado “sacudir las aguas” de las alianzas “estables” del imperialismo euroatlántico, de la OTAN, las relaciones de EE.UU con la UE y en particular con Francia. La última ha reaccionado caracterizando la cancelación de su pedido de 12 submarinos convencionales de unos 56 mil millones de euros como una puñalada en la espalda.

Justo después del pacto, una vez más, una serie de evaluaciones desorientadoras prevalecieron en varios medios de comunicación como p.ej. que EE.UU se retira de muchas regiones, que para la paz se requiere la “autonomía estratégica” de la UE y de otras partes, como India, que en el pasado desempeñó un papel principal como “no alineada”.

Sin embargo, la realidad es distinta. EE.UU está reordenando sus fuerzas militares. Así, por ejemplo, no solo no abandona Grecia sino que además refuerza sus bases militares, amplía la base aérea de Suda que fue utilizada en las guerras imperialistas contra Irak, Siria e Libia, crea nueva infraestructura militar (Alexandrúpoli, Lárisa, Stefanovikio, etc.) mientras que con el acuerdo ente Grecia y EE.UU que se firmó el 14 de octubre de 2021 pueden utilizar toda la infraestructura militar de Grecia inicialmente por un período de 5 años y luego indefinitivamente.

Además es sin fundamento el argumento que con la UE más “fuerte” y más independiente se podría garantizar efectivamente la paz como un “factor de equilibrio” en la confrontación entre EE.UU, China y Rusia.

La UE es una alianza de las clases burguesas de Europa, que se vuelve en contra tanto de los pueblos de Europa como de otros pueblos. Por lo tanto, la militarización de la UE se está profundizando mientras se van intensificando los antagonismos imperialistas, hundiendo a los pueblos en nuevos y mayores peligros, a fin de salvaguardar los intereses de los monopolios.

Dicha militarización está orientada ante todo hacia el interior de Europa, para sofocar cualquier manifestación radical, para reprimir cualquier reivindicación de una vida mejor, aún más si se trata de las necesidades populares contemporáneas y está dirigida contra el capital, su rentabilidad y su poder.

Además, la UE considera el globo como su “entorno estratégico” en base a la Estrategia Mundial que ha elaborado y está preparando su actualización bajo el nombre “Brújula Estratégica” y su aprobación en la próxima presidencia francesa. Además, busca la penetración más efectiva de los monopolios europeos en terceros países supuestamente bajo el pretexto de la defensa de los derechos humanos. Así, se estableció la llamada “Cooperación Estructurada Permanente”(PESCO). Al mismo tiempo se promueve la “Iniciativa Europea de Intervención”, de inspiración francesa, para que se superen las demoras a causa del proceso de decisión unánime para que las misiones imperialistas se lleven a cabo de inmediato. La UE ya ha desplegado 20 misiones imperialistas[8] en tres continentes.

Se toman medidas para la promoción del objetivo de la llamada “Autonomía Estratégica” en el marco del fortalecimiento de la alianza y de las intervenciones conjuntas con la OTAN, que sigue siendo su pilar principal. Con el objetivo de lograr capacidad militar autónoma, refuerza la planificación de desarrollo de programas de investigación y de armamentos por el mercado de la Unión Europea, en un esfuerzo de reducir la dependencia del mercado estadounidense de armamentos.

El KKE al estudiar su Historia como la del movimiento comunista internacional, ha llegado a la conclusión que la percepción que predominaba en las filas del movimiento comunista internacional, que incluso señalaba países capitalistas fuertes como “subordinados” y “colonias” de EE.UU., y llamaba por la “independización” de su política exterior, era errónea. Esta percepción errónea, en algunos casos distinguía a la burguesía en “patriótica” y “subordinada a los intereses extranjeros”, aspirando crear alianzas con la llamada sección patriótica de la burguesía. En realidad, la burguesía de cada país, promueve sus propios intereses, ante todo para consolidar su poder, y en esta base forma sus alianzas internacionales. La existencia de la URSS y de los demás países socialistas en el pasado, dio a las clases burguesas de algunos países capitalistas la posibilidad de hacer maniobras, mientras que limitó estas posibilidades para otros países. Hoy día, hay muchos que elogian el llamado mundo multipolar, mientras que algunos llaman a la UE o los países de Europa que dejen de estar “subordinados” a EE.UU y que actúen “de forma autónoma” en base a sus intereses.

Tales percepciones, más allá de las intenciones, embellecen ideológicamente la barbaridad imperialista mundial, porque consideran que esta puede cambiar sin que sea necesario derrocar el capitalismo. Rechazan la percepción leninista del imperialismo, separando la economía de la política. Para estas fuerzas, el imperialismo consiste en las acciones políticas y militares de las fuerzas más “agresivas” contra la “soberanía nacional” de otros países. De tal modo, ignoran el hecho de que la competencia monopolística es la que conduce a intervenciones militares y guerras imperialistas y no unas “fuerzas más agresivas”. Esta competencia se desarrolla con todos los medios que posee cada poder capitalista en cada país y por supuesto se refleja en los acuerdos interestatales y las diversas alianzas. En estas alianzas, las clases burgueses ceden parte de su soberanía nacional, de los derechos soberanos de sus países, para asegurar su poder, siempre aspirando por nuevas ganancias. Al mismo tiempo, utilizan medios de guerra ya que “la guerra es la continuación de la política por medios violentos”.

 

¿Porqué EE.UU elige la táctica peligrosa de las “alianzas blandas”?

Las afirmaciones de que la OTAN o el QUAD están tambaleándose después de la formación del AUKUS, no tienen fundamento. La OTAN, a pesar de las contradicciones que se manifiestan en su interior, sigue jugando un papel significativo como “brazo” del imperialismo euroatlántico. Así, “está cercando” constantemente a Rusia, trasladando nuevas fuerzas hacia las fronteras rusas, cuestionando la soberanía rusa sobre Crimea y las zonas marítimas del Mar Negro, explotando provocativamente el conflicto en Ucrania y amenazando Rusia incluso con el uso de armas nucleares.[9] Además, la OTAN ha trazado ya una línea de confrontación con China.

El QUAD asume un papel especial en el intento de “contener” a China. Cada una de las clases burguesas de los países miembros de éste (Australia, Japón, India, EE.UU), por sus propias razones, está en competencia con los monopolios chinos. Al mismo tiempo su existencia da la posibilidad a algunas de estas, como es la burguesía de India, que participa al mismo tiempo en otras organizaciones, como en la Organización de Cooperación de Shangai y los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y es uno de los mayores compradores de armas rusas, de hacer maniobras y al mismo tiempo es parte del plan general de EE.UU que busca cambiar la dinámica que hoy favorece a China.

Así pues se desarrollan diferentes “velocidades” en la profundización de la cooperación entre EE.UU y las clases burguesas de la región, a través de formas más “blandas” como es el QUAD, y formas más avanzadas como el AUKUS, pero siempre con el mismo objetivo y en un intento de evitar una confrontación a gran escala  que dificultaría las alianzas de EE.UU en la región.

Además, el levantamiento de las sanciones de EE.UU para la construcción del gasoducto ruso NordStream 2, que termina en Alemania, sehabía considerado como “zanahoria” en el intento de la OTAN de reforzar las relaciones con la UE y el “componente” europeo del euroatlanticismo, ante la granconfrontación con China, y ellose respalda por el anuncio del acuerdo entre la UE y EE.UU con respecto a la abolición de los aranceles sobre el acero y el aluminio.

La formación del “AUKUS” muestra que EE.UU a la hora de formar sus alianzas puede utilizar eficazmente el látigo también.

 

Las tareas de los comunistas

Variossectores destacan como necesidad la demanda de “cumplimiento del derecho internacional” para que se evite la guerra, mientras que se desarrollan diversas campañas de tipo “Manos fuera de Rusia y China” o incluso en defensa de “China socialista”.

Este enfoque parece ignorar elementos clave, como que el derecho internacional actual se interpreta como mejor le parezca a cada uno. Así, EE.UU que no firmó nunca la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que fue aprobada en 1982, aparece hoy en el Mar del Este (o Mar de China Meridional) como su defensor más fuerte. Por otro lado, China, que ha ratificado esteacuerdointernacional, cada día lo está socavando a expensas de los países de la región (Vietnam, Filipinas, Indonesia, Malasia, Brunei). Es decir, lo que determina la actitud frente al derecho internacional es la correlación de fuerzas y las aspiraciones geoestratégicas.

Además, el punto de vista que considera EE.UU como la potencia que viola unilateralmente el derecho internacional y por consiguiente es la parte atacante e “imperialista”, y por otro lado China y Rusia como “defensores” y “antiimperialistas”, no tiene nada que ver con la realidad. Todas estas grandes potencias del mundo imperialista contemporáneo, en distintos casos y para la promoción de los intereses de sus monopolios, interpretan el derecho internacional como les conviene y actúan al respecto. Por lo tanto, este punto de vista no tiene nada que ver con la percepción leninista del imperialismo, que claramente no es simplemente una política exterior agresiva sino el capitalismo monopolista. No tiene nada que ver con la percepción del dirigente de la Revolución de Octubre sobre las guerras, sus causas, su carácter. Lenin, en ocasiones similares, expuso tales opiniones diciendo: “Como si el problema fuera: quién fue el primero en atacar y no: ¿cuáles son las causas de la guerra?, ¿cuáles son sus objetivos?, ¿qué clases la libran?”[10].

Por lo tanto, los comunistas no deben quedar atrapados en puntos de vista que, intencionalmente o no, atrapan al movimiento popular en posiciones pacifistas sin salida, llamando a las burguesías o las uniones imperialistas, como es la UE, a mostrar “autonomía”u ocultando el carácter imperialista del conflicto por la supremacía en el planeta, llamando, finalmente, a tomar partido en este conflicto.

El dilema que se plantea ante los comunistas a elegir imperialista no es nuevo. Como sabemos se planteó con intensidad durante la Primera Guerra Mundial y condujo a la disolución de la Segunda Internacional. Entonces, entre otros “los socialchovinistas franceses aseguraron [a los trabajadores] que los países de la Entente eran “el bando de defensa”, “los portadores del progreso” en la lucha contra el prusianismo agresivo”[11]. Hoy día, algunas fuerzas en la filas del movimiento obrero y comunista internacional nos llaman a apoyar a China en la nueva confrontación interimperialista, que la consideran “socialista con características chinas”, distorsionando o ignorando la realidad y nuestra cosmovisión.

En estas circunstancias es importante no solo oponerse a la guerra imperialista sino además a todos los “matices” de imperialistas,  a las alianzas imperialistas viejas y nuevas, luchar por la desvinculación del país de los planes y las alianzas imperialistas, por el poder popular, por el socialismo.

En esta dirección, el KKE votó en contra de los llamados “acuerdos de defensa” de Grecia con EE.UU y Francia en el parlamento. Se puso en contra de los enormes gastos militares del país y destacó que estos se realizan en el marco del esfuerzo de la burguesía de Grecia por mejorar su posición en los planes y las organizaciones imperialistas.

Los comunistas informan sistemáticamente al pueblo y movilizan a miles de trabajadores, hombres y mujeres jóvenes.

EL KKE desempeña un papel destacado en el movimiento anti-guerra, antiimperialista, en general en el movimiento obrero y popular, contra la creación de nuevas bases militares en Grecia, para el desmantelamiento de bases militares e infraestructura de EE.UU y de la OTAN, para obstaculizarla transferencia de armas nucleares al país.

El KKE exige que se detenga ya la participación de fuerzas armadas griegas en misiones imperialistas más allá de las fronteras, que no pague el pueblo por los armamentos que sirven los planes agresivos de la burguesía griega, las intervenciones y las guerras euroatlánticas, para que Grecia no participe en ejercicios militares dirigidos contra otros Estados.

El KKE busca fortalecer la solidaridad internacionalista con los pueblos que luchan y experimentan intervenciones y guerras imperialistas.

Además, lucha por la desvinculación del país de las uniones imperialistas de la OTAN y de la UE considerando que esto se puede lograr en beneficio de los intereses populares mediante el poder obrero, la lucha por el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo.

 

 

 



[1]     Discurso del Presidente de Vietnam, 25/09/2021, https://vietnam.vnanet.vn

[2]     ”Vietnam protege su soberanía marítima según el derecho internacional afirma la portavoz de Cancillería” fuente: Radio “La voz de Vietnam” https://vovworld.vn/es-ES/noticias/vietnam-protege-su-soberania-maritima-segun-el-derecho-internacional-afirma-la-portavoz-de-cancilleria-1022261.vov, 2/9/21

[3]              Título de artículo publicado en el periódico Diario del Pueblo,http://en.people.cn/n3/2021/0719/c90000-9873653.html, 19/7/2021.

[4]      Periódico Diario Popular, http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2019/0309/c31620-9554385.html 6/3/2019

[5]          Agencia de noticias INTERFAX, https://www.interfax.ru, 02/03/2021

[6]          Periódico Diario Popular,  http://russian.people.com.cn, 29/10/2021

[7]          V.I.Lenin, “IX Congreso de los Soviets de toda la Rusia”, Obras Completas, vol. 44, ed. Synchroni Epochi, p. 310.

[8]           Página oficial de Servicio Europeo de Acción Exterior https://eeas.europa.eu/headquarters/headquarters-homepage/83616/eu-military-operations-and-civilian-missions_en

 

[9]          Véanse los comentarios del Ministro de Defensa ruso, S.Shoigú, el 23/10/2021, https://tass.ru/

[10]        V.I.Lenin: “Carta abierta a Boris Souvarine”, “Obras Completas”, v. 30, ed.  “Synchroni Epochi”, p. 265.

[11]        Academia de Ciencias de la URSS, Historia Mundial, v. Ζ2, p.737 (en ruso Ζ, p. 541)

 

 

 

18.11.2021